Aceptación y Frecuencias Dispares.

¿Hasta cuando es suficiente pagar por tus errores? ¿Cuándo realmente puedes dejar de sentirte culpable? ¿Cuanto tiempo tiene que pasar para que dejes de ser la villana de la historia? ¿Porque duele tanto sentirte invisible, como si no existieras, como si te ocultasen, como si fueras un ser monstruoso? Al realizarme a mi misma todas esas preguntas sin respuesta, no dejas de sentir incertidumbre. E intentas como puedes, tener buena actitud y seguir tragando. Porque piensas que te lo mereces. Por tu pasado. A diario te levantas y te acuestas con un peso en el pecho que te impide respirar. Pero acabas respirando. Establecer un cambio de planes es necesario a estas alturas Tienes que cambiar las prioridades de tu vida, sentirte bien y dejar de desvivirte por los demás. Porque no sirve para nada, realizas mil actos bueno y se anulan si te equivocas una sola vez. Nada más importa, solo esa gran mancha y dolor que provocaste. Y cuando te das cuenta y es demasiado tarde. Tarde para todo. Y entonces, aceptas que hay cosas que ya no volverán a ser como antes, por mucho que luches. Y tu sigues a contracorriente de todo el jodido mundo, defendiendo lo indefendible, luchando por un sueño imposible. Y tu sigues corriendo por la estación como una jodida loca. haciendo todo lo posible para cuadrarlo todo. Dando el 110%. Cueste lo que cueste porque merece la pena seguir luchando para ti. Te comentan que el tren ya salió de la estación. Que nunca dependió de ti. Sencillamente ya no había la misma frecuencia de radio, y lo entendiste todo al revés. Te creaste un mundo demasiado bonito, cuando en realidad era gris. Pecaste de ilusión, querida. El tiempo ya pasó, la época cambió y las estaciones pasan para todos. El perdón es un lujo que muy pocos tienen y menos conceden. Y el perdón a veces no es suficiente. Tiempo y perdón suelen ser la perfecta combinación. Sientes que vaciaste por dentro a los demás por tus acciones y es que ahora hay otros caminos que les aportan más felicidad y menos dolor. Lejos de ti. Las cicatrices del pasado nos hacen recordar lo que fuimos y por lo que hemos pasado. Nos hacen aprender a ser una mejor versión de uno mismo. A veces es imposible cuando te ahogan los pensamientos y la ansiedad se apodera de tu respiración. Y llega la hora de la verdad. Te enfrentas a tus miedos, dudas. Y llegan las respuestas, la verdad. La verdad nos hará libres. Y te cambia todo el maldito plan. Justo cuando ya estabas preparada para marcharte. Para aceptar la derrota. Para mandar todo a tomar vientos del Norte. Acéptalo, eres pasado. Y aunque no lo fueras, tu versión del presente siempre tiene una sombra del pasado, y oscurece toda tu figura. Y por eso te sientes invisible. Como si nunca hubieras cambiado, como si nadie lo viera. Como si nunca hubieran actualizado a la época actual. Eres un jodido fantasma de tu pasado. Como un cuadro de otra época. Quizás, con más tiempo, esto puede tener solución. Otros caminos, otra gente, en definitiva, nuevas puertas por abrir. Supongo. Deja de luchar tanto, deja de insistir tanto, no sirve de absolutamente nada contra una pared. Te estas vaciando e ilusionando por humo. Simplemente déjalo estar, aunque duela. Solo sigue con tu vida, o sienta y espera. Tú decides. Deja que también el resto del mundo se esfuerce un poco. Que reaccionen, que actúen. No sirve de nada en un equipo llevar tú sola la mochila. ¿Sabéis cuando se supera todo esto? Cuando ya no duele. Eso me dijeron una vez. Y tiene razón. A veces hay que simplemente soltar y despedirse. Desear un buen viaje y esperar que todo vaya bien. Ni contigo, ni sin ti.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Revelations

Dragones sin Príncipes